El INSM, es un centro educativo perteneciente a la Sociedad de Hermanas de San Antonio de Padua. Ubicado en la localidad de Unquillo, desde 1928 llevamos adelante nuestra labor educativa desde el carisma Antoniano, con un proyecto que tiene su origen en la persona de Cristo y su raíz en la enseñanza del Evangelio, haciendo hincapié en los valores y principios en los que se ha destacado la Madre Antonia Cerini, adaptando el mensaje a los signos de los tiempos y a las necesidades presentes y futuras de los Hombres.
La historia se construye con pequeños hechos que, por cotidianos, pasan probablemente inadvertidos, pero desde la perspectiva del tiempo cobran su real dimensión. Aquí nuestra historia...
Prof. Cr. Gil Peña Andrés
03543-488888
Cr. Javier Leandro Rosales
03543-488888
Patricia Ropelato
Directora
Viviana Labandibar
Secretaria
inicial@lasmercedesunquillo.com.ar
Analía Castillo Sosa
Directora
Claudia Becchio y María Gabriela Rojas
Vicedirectoras
Laura Baduna
Secretaria
primario@lasmercedesunquillo.com.ar
Julieta Romero
Directora
Sergio Ariel Ceballos
Vicedirector
Sandra Estela
Secretaria
secundario@lasmercedesunquillo.com.ar
Prof. Lic. Fernando R. Artunduaga
Director
José Barrionuevo
Secretario
superior@lasmercedesunquillo.com.ar
WhatsApp: 3543 68-9074
Juan Martinessi
pastoral@lasmercedesunquillo.com.ar
Somos una Institución que educa para la formación en la ciudadanía, promocionando los valores democráticos en un ejercicio pleno de libertad, responsabilidad y solidaridad. Centrada en la persona de Jesús, plenamente humano y libre, saliendo al encuentro del prójimo, sin discriminar, ni excluir a nadie; que celebra, acompaña e invita a la trascendencia, viviendo, trabajando y celebrando el Reino. (PEI Institucional)
Educar desde un proyecto político pedagógico pastoral en el marco de una propuesta inclusiva, desde una comunidad que asume la síntesis fe – cultura – vida. (PEI Institucional)
• Promover opciones y praxis Institucionales en clave pastoral.
• Articular inter e intra-niveles a través de procesos que posibiliten, trayectorias
individuales y colectivas, prácticas y aprendizajes más justos.
• Resignificar nuestros proyectos socio comunitarios, institucionales, propiciando
acciones, experiencias y prácticas en, con la comunidad y el contexto. (PEI Institucional)
Nuestro organigrama manifiesta los dinamismos y características de nuestra Comunidad Educativo Pastoral, tensionada por el estudiante en todas sus dimensiones. Cada nivel, desde su autonomía identitaria forma parte de un gran circuito de redes y comunicación con los otros sectores y niveles de la Institución. Expresa los modos, criterios y opciones de gestión desde el discernimiento comunitario, reflejando el modelo de animación gestión, y acompañamiento.
La Madre Antonia nació en el pueblo de Castellanza, Italia, el 13 de noviembre de 1839. Sus padres, Pablo Cerini y Angelina Muchetti, humildes y sencillos, se alegraron por el regalo de una hija, después de cinco varones. Le pusieron el nombre de Antonia Luigia, aunque siempre la llamaron cariñosamente "Luisina".
Desde niña se destacó por su sencillez, humildad, piedad y profunda caridad. Caridad que tuvo como origen la vivencia del profundo amor de Cristo y como destinatarios, su familia, sus amigos, su prójimo. Así fue como a los 16 años asistió como religiosa a los heridos de diferentes batallas en territorio italiano.
El anticlericalismo que provocó la persecución religiosa y el cierre de cientos de casas de religiosas y religiosos, entre otras cosas, le llevó a volver a su hogar para luego emprender su viaje a la Argentina donde tendría la libertad para cumplir el designio de Dios sobre su vida.
En abril de 1874, con 34 años de edad, llega a nuestro país buscando una congregación que le permita desarrollar y poner los dones que Dios le había dado al servicio de los más necesitados. Así fue como sirvió al Señor asistiendo a enfermos y participando en la formación de novicias de dos congregaciones de las que formó parte. Pero Dios tenía algo más para ella. Antonia Cerini había sido elegida para crear una congregación religiosa que vivencia “como estilo de vida la misericordia de Dios”, que lleve “la Buena Noticia a los hermanos, como fuente de justicia, impregnadas de cordial ternura y sensibilidad en un característico espíritu de familia”.
Así fue como el 4 de octubre de 1889, Sor María Antonia Cerini funda en la ciudad de Mercedes, provincia de Buenos Aires, la Congregación Hermanas de San Antonio de Padua. Junto a ella dos compañeras participan de sus aspiraciones: Sor María Mercedes y Sor María Socorro.
El lema de su vida: “La caridad de Cristo nos urge” llevó a estas tres hermanas a dedicarse, en un principio, exclusivamente a la atención de enfermos a domicilio, quienes necesitaban además, asistencia espiritual. Las diferentes epidemias (cólera y viruela) que asolaron la provincia produjeron gran mortandad dejando huérfanas a muchas niñas. Fue entonces necesario ocuparse de ellas brindándoles instrucción religiosa, educación, en fin, un verdadero hogar.
En medio de la pobreza se vivía un clima de alegría, familia, confianza en que ese mismo Dios que la había llevado a fundar esta humilde congregación, no la abandonaría. Confianza plena en la divina providencia que transmitió a cada una de las niñas y religiosas.
Su obra fue expandiéndose aún después de su muerte, que acaeció el 2 de noviembre de 1911, con expresiones previas de gratitud al Señor y a su Comunidad. Sus restos están sepultados en la Casa Madre, en Mercedes.